[ANÁLISIS] Del 15M a Vox: ida y vuelta para un “progresismo” paralizante… y no falto de precedentes – Ernesto Martín
por aquellos años había que asegurar una suficiente paz social para implementar las salvajes reconversiones que dictaba la integración europea. En ese sentido, no era lo mismo gestionar las luchas -por ejemplo de los Astilleros de Cádiz, Euskalduna o Reinosa- estando en el gobierno el Fraga de “la calle es mía” que un Felipe que nos contaba que en la clandestinidad se llamaba Isidoro. Efectivamente, la derecha institucional de la época no podía ofrecer esos trofeos de “paz social” a la gran derecha económica, a esos consejos de administración en los que, por cierto, terminó por sentarse algún que otro ex-descamisado con el tal ex-Isidoro como destacado asesor remunerado a todo Gas durante años hasta que abandonó… “porque se aburría” (sic) en 2015, un año después de anunciarlo con el asunto de los casos de corrupción y de las puertas giratorias copando la actualidad.