¿QUÉ RUPTURA CON EL CAPITALISMO EXIGE LA CRISIS ACTUAL?
Quiero dar las gracias a los organizadores por esta iniciativa y por su invitación a hablar, a volver a hablar, de socialismo.
El presente informe pretende ponerse al servicio de la militancia revolucionaria, servir a orientarla en un contexto de enorme degradación de las condiciones de vida de amplias capas sociales, de ofensiva de la clase dominante y de necesaria agudización de la lucha de clases.
El estado español es el cuarto país del mundo con más muertes por COVID 19 por 100-000 habitantes, después de Perú, Bélgica y Reino Unido.
Los grandes de la historia, como el Che o Durruti, lo comprendieron. A veces, lo que un principio puede parecer los objetivos principales e inmediatos a conquistar en una lucha –carga de trabajo digna, cumplimiento del convenio, admisión de represaliados…– se convierten de facto en secundarios, dejando paso como protagonista indiscutible al gran proceso de contradicción y de tensión que se crea entre dos antagónicos.
El absceso de podredumbre estalló y el borbón – al que llaman emérito para mayor escarnio - escapó para asegurar el botín amasado durante décadas y su impunidad.
Surrealista. Los acontecimientos que a partir de mediados de marzo de 2020, con la irrupción del coronavirus, hicieron hundirse a todo un país, y a otros muchos, tienen algo de surrealista.
Los escritos en los que Marx aborda el tema de la colonización son más bien escasos; de todos modos no dejan de ocupar varios cientos de páginas. Dispersos como están, pertenecen a géneros diferentes: desde artículos de prensa, cartas, anotaciones a lecturas, hasta párrafos dentro de los grandes tratados.
La crisis nos obligará a movilizarnos para que no nos lo roben absolutamente todo, y esto provocará la reacción de una oligarquía que jamás en la historia entregó sus privilegios por las buenas. Así que ya vamos con retraso en la tarea de crear una cultura de solidaridad antirrepresiva. Hacerlo no es solamente generosidad y altruismo. Es también -lo entendió Niemöller- lo que necesitamos para estar seguros de que seremos defendidos cuando vengan a por nosotros.
Hace cuatro días, la Casa Blanca pidió al ejército estadounidense que se desplegara por las ciudades norteamericanas para “dominar” las calles. A lo largo de los tres días siguientes, dos antiguos integrantes de la Junta de Jefes del Estado Mayor conjunto de los ejércitos (JCS) se pronunciaron en contra de este despliegue.
En realidad, a casi nadie se le escapan las terribles consecuencias en lo laboral y lo social de la recesión que se avecina.