¡ALTO A LA INTERVENCIÓN EXTRANJERA EN NÍGER! ¡FUERA MANOS IMPERIALISTAS DE ÁFRICA!

El pasado 29 de julio, en el contexto de la cumbre RUSIA-ÁFRICA, una nueva generación de líderes africanos se presentaba al mundo con voz propia. El encuentro, celebrado en San Petersburgo, ha supuesto un hito para el establecimiento de relaciones internacionales bilaterales entre una Federación Rusa, supuestamente “vetada” de los canales diplomáticos que impulsa Occidente, y una gran cantidad de países pertenecientes al espacio neocolonial francés. Sin embargo, esta cumbre pasará a la historia por haber sido la puesta de largo de una nueva África, una que ha ido fraguándose a fuego lento desde hace diez años.

En enero del año 2013, François Hollande autorizaba el despliegue militar de la operación “Barkhane” en Malí, misión internacional que Macron prorrogaría y extendería hacia Burkina Faso, Chad y Níger. Este despliegue militar, además de con miles de víctimas y desplazados, se ha saldado con una retirada estrepitosa de las tropas galas, desacreditadas profundamente a los ojos de la opinión pública, abiertamente denunciadas por las autoridades de los respectivos países como fuerzas coloniales que, en palabras del actual presidente de Malí, Assimi Goita, se han dedicado a “robarse el oro de los africanos”[1]

Sin embargo, el descalabro francés ha traído su opuesto. Desde el mismo momento en que las promesas ofrecidas por Francia se traducían en un puño de hierro, calculadamente ineficaz a la hora de solucionar los problemas de seguridad, comenzó a surgir un movimiento nacionalista, arraigado estrechamente en el seno de las distintas fuerzas armadas –pero no solamente– de los Estados del Sahel (Burkina, Chad, Malí…) que, forzados por la lucha contra un enemigo común, y condicionados por la necesidad colectiva de librarse del yugo francés, han comenzado a integrar su proyecto de “salvación nacional” con una renovada visión panafricanista.

Este impulso renovador ha llegado recientemente a la vecina Níger: un país azotado por la miseria, que ocupa los peores indicadores de desarrollo del mundo y que al mismo tiempo exporta hacia Europa ingentes cantidades de oro, uranio, carbón, yeso y otras materias primas imprescindibles para el sostenimiento de las economías occidentales a precio de saldo. Un país que todavía está forzado a mantener el 85% de sus reservas económicas a merced del tesoro público francés[2] y que ahora sufre amenazas directas de intervención militar si no acepta las órdenes del civilizado y “democrático” régimen de Macron.

La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO/ECOWAS) –organización cipaya, completamente copada por los intereses de los países imperialistas– amenaza ahora con intervenir militarmente en Níger, deponer a la junta militar que ha asumido el gobierno y restituir al títere de Francia, Bazoum en el poder. Sin embargo, se han topado de bruces con la negativa a colaborar de los gobiernos de Burkina Faso, Malí y Guinea-Conakri. El nuevo gobierno de Níger ha respondido con contundencia bloqueando las exportaciones de oro y uranio hacia la (no tan) ex-metrópoli.

La propaganda occidental trata constantemente de presentar la misma visión pesimista, cínica y maniquea sobre África. Presentándonos a estos países como a merced de un puñado de dictadores salvajes, señores de la guerra, que manejan a su antojo a una población presa de una fatal tragedia, sin responsables ni alternativas. A esa vieja película se le suma recientemente el fetiche especial de los analistas de sofá, “el grupo Wagner”. Deus ex machina que hace y deshace a voluntad.  No obstante, esta imagen queda completamente a las antípodas de la raigambre popular que ha hecho ascender a los distintos gobiernos militares en la región.

Los pueblos de Burkina, Malí, Chad y ahora de Níger, han acompañado, promovido e impulsado los cambios de gobierno que se han dado en la región. No han faltado desde hace años y cada vez con mayor vehemencia las manifestaciones convocadas por organizaciones y sindicatos, de diferentes tendencias, que han luchado por el establecimiento de gobiernos anticoloniales y que ven con optimismo las distintas juntas militares que se han establecido en el país. Esta indignación, junto con –no lo dudamos– intereses corporativos de los propios ejércitos regionales, ha cristalizado en la llegada al poder de una nueva generación de líderes que parecen dispuestos a llevar a cabo las aspiraciones de plena independencia, justicia y desarrollo que se marcaron los líderes africanos de la segunda mitad del siglo XX.

Todavía en occidente entre los militantes de izquierda tendemos a reconocer los méritos “a toro pasado”. A menudo solemos tardar en reconocer un movimiento hasta que se ha consolidado, a veces incluso no claudicamos en nuestra inexplicable necesidad de prejuzgar entre buenos y malos hasta que su líder ha muerto y no puede hacer daño ya al imperialismo. Pasó con el comandante Chávez, pasó con la Libia del Coronel Gadafi, quién sabe si no estaremos llegando tarde también al descubrimiento de que entre tanto circo electoral, como declaró Fidel, “la humanidad ha dicho ¡basta! y ha echado a andar. Y su marcha, de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia…

Desde Red Roja animamos a extender la solidaridad, a manifestar nuestro apoyo hacia los procesos de liberación nacional y de conquista de soberanía que se han desatado en el continente africano. Porque –tengámoslo claro– estos países, formalmente “independientes”, siguen bajo el yugo imperialista con la connivencia y complicidad de élites locales sumisas –entre otros “agentes”– cuya misión es garantizar el saqueo de recursos a favor de las multinacionales occidentales. Todo ello, no solo mediante intervenciones militares directas como la que amenazan desatar contra Níger (que también) sino a través de armas como la deuda, las sanciones, la imposición de políticas liberalizadoras desde el FMI, o a través del sistema financiero del Franco o “CFA”.

Por todo ello, llamamos a secundar y promover manifestaciones que respalden el derecho a la verdadera autodeterminación y soberanía de Níger, Malí, Burkina Faso y el resto de países que hoy se levantan contra el neocolonialismo y el imperialismo.

¡ALTO A LA AGRESIÓN MILITAR CONTRA NÍGER!

¡FUERA MANOS IMPERIALISTAS DE ÁFRICA!

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