Arte revolucionario, cuestión también de memoria: John Heartfield

En 1924 se firma en Berlín el manifiesto del Rote Gruppe (Grupo rojo). En el documento, suscrito por unos jóvenes artistas de vanguardia del Partido Comunista, se declaraba que los miembros debían ser primero comunistas y después artistas, y que sus conocimientos y habilidades serían herramientas al servicio de la lucha de clases.

Junto a la colaboración directa con el Partido se llevaban a cabo -entre otras- tareas orientadas a la educación artística en los barrios, elaboración de carteles, organización de exposiciones ambulantes y trabajo educativo, ideológico y práctico y trabajo de disgregación entre los artistas burgueses. Además, los normalmente anárquicos métodos de producción de los artistas comunistas son sustituidos por un trabajo colectivo planificado.

Uno de los fundadores de este grupo es John Heartfield. Fundó en el mismo año y paralelamente al grupo junto a Geore Grosz, la revista AIZ -siglas de Arbeiter Illustrierte Zeitung (Periódico Ilustrado de Trabajadores)-  en la cual se abordaba una temática obrera y comunista. En ella colaboraban personajes de la talla de Anna Seghers, Máximo Gorki y Bertolt Brecht. 

La revista destaca, además de por su contenido político y satírico, por su excelente calidad artística y técnica, donde Heartfield realiza sus mejores fotomontajes, una disciplina completamente novedosa en la época. Heartfield es de los pocos de la corriente Dadaísta -a la cual pertenecía- que utiliza el fotomontaje con una intención política. Su obra destaca por su afición a ilustrar tropos y juegos visuales y verbales, los cuales, a medida que avanza el nazismo, se hacen más agresivos, sentenciosos y directos gráficamente.

En ¿Instrumento en las manos de Dios, o juguete en las de Thyssen?, Hitler aparece como una pequeña marioneta controlada por el magnate del acero Fritz Thyssen. Un recurso similar también se aprecia en obras como El sentido del saludo hitleriano, en la que se presenta de nuevo a un pequeño Hitler, realizando el saludo nazi mientras recibe dinero de un magnate por la espalda. El mensaje de sus obras hace hincapié en que la alta burguesía es la que apoya y financia al partido nazi.

En AIZ también se hace referencia a la Unión Soviética como por ejemplo en Un hombre nuevo dueño de un nuevo mundo, portada que conmemora los 17 años de la formación de un nuevo estado revolucionario. Heartfield estuvo en la Unión Soviética y allí conoció a importantes artistas que le influenciaron directamente como Lissitzky o Rodchenko. Esta influencia constructivista puede apreciarse en el uso de planos contrastados y angulaciones pronunciadas que recuerdan a las obras de los artistas soviéticos.

Con el ascenso de los nazis al poder, la revista continuó editándose desde el exilio hasta 1938. Heartifeld continuó trabajando en proyectos artísticos de crítica hasta 1950, cuando volvió a su ciudad natal en la Alemania Oriental donde comienza a trabajar como editor y diseñador en la RDA.

Revista nº 11 Red Roja. Enero 2017

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