Un pasito antisionista limitado y limitante…

Digan lo que digan, (des)califiquen como (des)califiquen, ha sido, pues, la resistencia de un pueblo martirizado la que ha forzado que haya un vuelco en el escenario internacional en lo que a la cuestión palestina se refiere. Tuvo que advenir el 7 de octubre para que se pasara del plan de blanquear a Israel, ampliando los acuerdos de este con los países árabes, a que todos estos acuerdos se paralizaran. Y para que, además, ante la masiva indignación mundial frente al genocidio sionista, algunos gobiernos tuvieran a bien calcular que les interesaba reconocer al Estado de Palestina, por nimio que fuera ese paso y por más que se declarase, como en el caso español, que se hacía por el bien de la propia suerte de Israel. Así que de pretender silenciar la cuestión palestina pasamos a tener que abrazarla, solo sea para que deje de hacer… ruido, y que este no se replique descontrolado hasta en las viejas metrópolis tal como ocurriera con la guerra de Vietnam; un temor fundado, al ver que las masivas movilizaciones propalestinas también pasaban por las calles y campus de las principales ciudades del “primer mundo”.

Pírrico Milei bajar la inflacion haciendo subir el hambre

Pírrico Milei: bajar la inflación haciendo subir el hambre

Parece ser que, en mayo de 2024, la inflación argentina ha subido “solo” un 4,2%, bastante menos que en meses anteriores. Automáticamente, todo el liberalismo mundial se ha lanzado a celebrar el innegable logro del maravilloso presiente Milei. Eso sí, se les olvidó recordar que con el corralito también bajó la inflación: la gente no tenía ya dinero para comprar nada, con lo que la caída de la demanda hacía bajar los precios. ¿Qué tiene eso de exitoso? ¿Y desde cuándo el objetivo no es que la población viva mejor, sino mejorar abstractas estadísticas que no significan nada?