De las luchas nacionales a la estrategia estatal
El gobierno catalán de coalición independentista, apoyado en el 52% de los votos, ha caído tras un año y medio de pugna estéril entre ERC y Junts por el control institucional, disputando el discurso retórico y la política de alianzas con el “gobierno progresista”. Es el fin del procés catalán, entendido este como el acuerdo interclasista de los partidos nacionalistas para “obtener la independencia” desde la presión institucional y las decisiones parlamentarias, yendo “de la ley a la ley”.