Tradición y vanguardia en los inicios del arte soviético
A principios del siglo XX, ya se cocían en Rusia movimientos artísticos de vanguardia influenciados por los principales -ismos de...
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El capitalismo en crisis conduce a la guerra en el exterior pero también contra el “enemigo interior”. De la misma manera, sabemos que las épocas de crisis, de guerra, por duras y complejas que resulten, son las que han abierto a lo largo de la historia las mayores posibilidades para los cambios revolucionarios (y esto lo saben también nuestros enemigos). Ahora bien, estos cambios solo se podrán producir si se desarrolla un ámbito revolucionario organizado que comprenda los fenómenos en juego y los cambios de escenario que están ocurriendo y están por venir.
En general, a la hora de realizar el análisis de la evolución de cualquier situación política, habría que partir de una caracterización de las fuerzas políticas que se base en el papel real que estén jugando en la lucha de clases, huyendo de la tentación de construir el análisis a partir de las “conclusiones lógicas” que se desprenderían del lugar que, comúnmente y por los medios, se asigna a las diferentes fuerzas en el clásico abanico entre la derecha y la izquierda.
En la primera parte de este informe, nos hemos referido a que las consecuencias de la recesión económica en curso afectarían especialmente a “países intermedios” como el nuestro, países que de alguna manera se han constituido en la periferia más inmediata para el centro del sistema. Que ya éramos periferia de antes se vio a las claras en ocasión de la réplica del 2007-2008, cuando Spain cerraba la lista PIIGS (denominación que jugaba de forma despreciativa con la palabra “cerdo” en inglés) y que abría Portugal e incluía a Italia, Irlanda y Grecia. En definitiva, nos encontramos entre países que cuentan con un margen mucho menor para la exportación de sus males tanto económica como militarmente.Pero si ya era así hace una década larga, en la actualidad las perspectivas son más sombrías, pues hoy es el propio núcleo duro de la UE el que busca, con más desesperación si cabe que en 2008, periferia “fresca” donde enchufar sus cañerías. Y ha anunciado vía el banco central con sede en Fráncfort que no va a rescatar, mediante financiación fácil, a aquellos miembros con mayores índices de deuda, de paro, etc. Bien al contrario, los llamados “países frugales” plantean exigir a los del sur fuertes ajustes cuando reciban ayudas financieras del Banco Central Europeo (BCE). No sería descabellado afirmar, pues, que nos encaminan a un Grecia 2.0
Si bien las condiciones de degradación social y laboral son objetivamente más favorables para que se den protestas y movilizaciones, estas dependen de otros factores y circunstancias para que tengan lugar y se instalen en el tiempo. No hay que quedarse esperando a que sobrevengan de la misma forma que en la década anterior. Probablemente los elementos para que un nuevo ciclo de movilización pudiera arrancar y consolidarse serán diferentes. En no poca medida, que se dé esa consolidación dependerá de la inteligencia y de la flexibilidad con la que el activismo político y social actúe y extraiga las lecciones del anterior ciclo de movilizaciones.
"Esta larga inestabilidad internacional -que ha terminado por estallarle en sus fronteras a la UE, haciendo crecer la percepción de que el planeta está más cerca de una guerra a gran escala- no se puede desligar de la situación económica mundial; y, más en concreto, de la crisis sistémica en que desde hace años se encuentran esas mismas potencias. Es la situación macroeconómica sin salida la que ha provocado la guerra y no al contrario tal y como pretenden vendernos desde los medios de comunicación."
Ya disponible para su descarga la última revista del Yunque, Órgano de Expresión de la Sección Sindical del S.A.T. en...
Una vez más el mes de mayo comenzó con su Primero, en Cádiz, como se debe, desde el punto de...
Ciertamente, es tiempo de profunda y larga crisis. Pero también de oportunidades. A la oportunidad de acelerar nuestro reencuentro como clase, al movimiento obrero le toca retomar con determinación y constancia la suprema tarea de mandar al capitalismo al museo de la historia. El capitalismo es la guerra ¡GUERRA AL CAPITAL!